Depreciación Acelerada: Transformar el control de activos en una ventaja real

Una oportunidad que no puedes dejar pasar

 

El año fiscal 2025 no solo marca un nuevo ciclo contable: es una puerta abierta para que las empresas mexicanas conviertan su gestión de activos en una ventaja competitiva real.

 

Con el nuevo Plan México, el Gobierno Federal ha liberado una serie de estímulos fiscales diseñados para detonar inversión, producción y eficiencia operativa. Entre ellos, la depreciación acelerada de activos fijos destaca como una de las herramientas más poderosas, pero también una de las más subestimadas.

 

¿La gran oportunidad? Si tienes el control adecuado de tus activos, puedes deducir hasta el 91% del valor de ciertas inversiones en el mismo año de adquisición.Pero atención: sin un sistema sólido de gestión de activos, ese beneficio puede volverse humo.

 

¿Qué es la depreciación acelerada y qué establece la ley en 2025?

 

La depreciación acelerada es un mecanismo fiscal que acorta el tiempo en que puedes deducir un bien de activo fijo, permitiéndote reducir tu base gravable más rápido que con la depreciación tradicional.

 

Este año, el Decreto publicado el 21 de enero de 2025 en el Diario Oficial de la Federación establece porcentajes especiales de deducción —del 41% al 91%— para inversiones realizadas entre el 22 de enero de 2025 y el 30 de septiembre de 2030, siempre que el bien permanezca en uso durante al menos dos años.

 

Los sectores más beneficiados incluyen:

• Industrias de transformación

• Tecnología y automatización

• Infraestructura logística

 

Y los activos elegibles van desde maquinaria especializada hasta soluciones tecnológicas como lectores RFID y terminales de captura.

 

⚠️ Importante: 

No todos los activos califican. Se excluyen, por ejemplo, automóviles de combustión interna y mobiliario de oficina. La clave está en leer la letra pequeña… y tener tus activos perfectamente clasificados.

     

¿Por qué necesitas un sistema de control de activos para acceder al beneficio?

 

Pocas cosas duelen más que perder una deducción millonaria por no tener la documentación en regla. O por no saber dónde está ese activo que, en papel, sigue apareciendo en tus registros.

Para acceder a los beneficios de depreciación acelerada, tu empresa necesita algo más que facturas. Necesitas trazabilidad, evidencia y exactitud. Eso significa:

 

• Inventarios físicos actualizados:

Con fecha, ubicación y condición de cada bien.

• Etiquetas duraderas y legibles:

Preferentemente grabado industrial o RFID.

• Software de gestión:

Que registre fecha de alta, valor contable, uso, depreciación acumulada y vínculos con la contabilidad.

• Conciliación contable y física:

Lista para cualquier auditoría del SAT.

 

¿Lo tienes todo? Entonces tienes oro puro.

¿No? Entonces la oportunidad fiscal puede convertirse en riesgo financiero.

   

Más que deducciones: los beneficios estratégicos de controlar y depreciar bien

 

Implementar la depreciación acelerada no es solo una estrategia fiscal. Es una decisión de negocio inteligente, con impacto directo en tus finanzas, operaciones y reputación.

Entre los beneficios clave están:

 

✅ Ahorro fiscal inmediato:

Reducir el pago de ISR en el mismo ejercicio libera liquidez para invertir, contratar o escalar.

 

✅ Flujos de efectivo más sanos:

Al mejorar tu planeación fiscal, puedes administrar mejor el capital operativo.

 

✅ Mayor orden contable y visibilidad estratégica:

Controlar tus activos no solo cumple con la ley, sino que mejora tus decisiones internas: desde mantenimiento hasta renovación de equipo.

 

✅ Confianza en auditorías:

Una empresa con activos bien controlados genera confianza en socios, autoridades y posibles inversionistas.

 

✅ Mejor aprovechamiento de incentivos futuros:

Si estás ordenado ahora, estarás preparado para el siguiente decreto, programa o cambio normativo.

   

Cómo implementar un sistema de control de activos alineado con la depreciación acelerada

 

No necesitas ser un gigante corporativo para tener un control de activos de clase mundial. Pero sí necesitas estructura, tecnología y disciplina.

 

Aquí te dejamos un checklist básico para empezar:

 

1.Identifica y etiqueta tus activos correctamente:

Usa etiquetas resistentes al desgaste (aluminio anodizado, policarbonato, RFID) que no se borren con el tiempo ni el uso.

 

2.Implementa un software de gestión de activos fijos:

Busca una herramienta que automatice el cálculo de depreciación fiscal y contable, genere reportes exportables y te permita conciliación sencilla.

 

3.Haz inventarios físicos periódicos:

No basta con una foto al año. Realiza inventarios físicos planificados que garanticen coincidencia con tus reportes financieros.

 

4.Integra tu sistema con tu ERP y sistema contable:

Evita islas de información. La clave está en la interoperabilidad.

 

5.Capacita a tu equipo:

Desde Ana, la asistente que registra compras, hasta Luis, el contralor que firma los reportes: todos deben hablar el mismo lenguaje.

 

CASO PRÁCTICO:

Una empresa manufacturera con operaciones en Queretaro, Estado de México y Puebla, implementó un software de gestión de activos y RFID en 2024. En 2025, al aplicar la depreciación acelerada, dedujo el 86% de su inversión en maquinaria en un solo ejercicio. Además de reducir su carga fiscal, mejoró el control interno y eliminó activos fantasmas del balance.

 

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La oportunidad está en tus manos… si estás preparado

 

La depreciación acelerada es mucho más que un beneficio fiscal. Es una palanca estratégica para empresas que quieren crecer, profesionalizarse y prepararse para los retos del nearshoring, la trazabilidad y la digitalización. Tu empresa ya invierte en activos. Ahora, invierte en saber dónde están, cómo se usan y qué representan en tus finanzas.

 

Pero no se trata solo de deducir más. Se trata de controlar mejor. ¿Tu sistema actual te permite aprovechar esta oportunidad?

 

Si este tema es nuevo para tu empresa, vale la pena preguntarse: ¿nuestros activos están realmente bajo control o solo sobre papel?

 

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